Los marcos de plata son un clásico en la decoración, y como todo buen clásico, este no puede faltar en casa. El marco como lo conocemos hoy en día, aparece con la tradición bizantina. Las obras religiosas de la Edad Media, los retablos que vemos en las iglesias están enmarcados con motivos que retoman los elementos arquitectónicos del edificio. Con la aparición del lienzo, el marco se desarrolla como una pieza aparte que se agrega al cuadro.
El hecho de enmarcar regularmente las obras aparece hacia el Renacimiento con la pintura de caballete. Hasta casi el fin del siglo XVIII, se hace un esfuerzo por presentar y magnificar la obra como si fuera una joya dentro de un joyero. Una obra dentro del marco. A partir de 1850/1870 el propio artista se preocupa por el marco, en especial, los impresionistas.
Guardianes de historias
El uso de la plata fue fundamental para el nacimiento de la fotografía, uno de los pilares para la emulsión fotográfica, por ejemplo, realizada a partir de 1824 por parte del científico francés, Nicéphore Niépce.
Por otro lado, tener una fotografía se convirtió entonces, en una señal de estatus y fue así que los marcos resguardaron principalmente, retratos familiares de y acontecimientos muy importantes (matrimonios, nacimientos, bautizos, fiestas, etc.), siendo de uso muy regular el marco de plata, verdadero guardián de un recuerdo imperecedero.
La contemplación de la contemplación
Un marco de plata Camusso no solo será excusa para la observación atenta y detenida del momento que atesoras; ello sin dudarlo. Cuida “tu historia”, protegiendo los recuerdos de esas personas, experiencias y lugares que enriquecieron aquellos “momentos” que amaste y amas.
Elige ese recuerdo que quieres poner dentro de un marco Camusso y conviértelo en una obra de arte: modernos, clásicos, sinuosos, imponentes; consulte por nuestra vasta variedad de diseños.