Las reglas que existen en la mesa a la hora de compartir la comida, se han instaurado como una marca cultural que destacan la elegancia y las buenas costumbres. Cada cultura comunica su tradición con sus propias normas de educación al comer en grupo y en el adecuado manejo de los utensilios, reflejando su forma de ver y comprender la vida. Es un mundo que involucra bienestar, ennoblecimiento y respeto a los comensales. Es una celebración de las buenas maneras que se ofrece en agradecimiento por estar juntos.
La etiqueta en la mesa de monarcas, nobles y alto clero fue refinándose en la Europa Medieval, pero no fue sino hasta el siglo XVI, donde se generalizaron costumbres como el comer con tenedor y no con las manos, y limpiarse con servilletas y no con el mantel.
Desde entonces, las normas que hacen parte de la etiqueta en la mesa, han ido popularizándose. Destacan la elegancia y la distinción personal y pueden hacer una gran diferencia en el significado de: una velada, una cena de negocios y hasta una comida familiar.
Entonces, conocer y aplicar el adecuado uso de cubiertos, de la servilleta y gestionar la no verbalidad en los eventos permite realzar la imagen de éxito, autoridad y poder de las personas y, por lo tanto, de una sociedad.
La etiqueta en la mesa propone un sinfín de interesantes detalles que demanda la voluntad de practicar determinadas pautas con constancia, y con Camusso, nos hemos propuesto enfatizarla y elogiarla, siempre, a través de este blog.