La joyería masculina fue un ornamento para el cuerpo; los hombres han estado muy relacionados al uso de la plata desde tiempos inmemoriables.
En la Edad Media, por ejemplo, la plata era uno de los principales materiales asociados a la distinción de la nobleza; vestido y joyería eran elementos fundamentales para proyectar la imagen al exterior. El adorno masculino resultó mucho más limitado y comedido; pero principalmente útil: usado en hebillas, botones, gafetes, pasadores, alfileres o gemelos; a ellos se sumaron también otras piezas como sortijas, relojes, bandas metálicas o cadenas de variados grosores, sin que faltaran aderezos diversos para sombreros, ricas empuñaduras de bastones y armas, así como guarniciones y adornos en sus caballos y monturas.
Entre todas las alhajas masculinas destacaron los llamados hábitos o encomiendas, tal como se pone de manifiesto en numerosos retratos de los siglos XVI, XVII y XVIII, tanto en España como en América, encabezados por los propios reyes.
Hoy la industria de la platería masculina es bastante importante. En el caso de la joyería, se estilo lo discreta y elegante. Nosotros lo sabemos, aquí una muestra de nuestra colección: